La casa, ahora centenaria, ha sido cuidadosamente rehabilitada preservando los elementos originales de su construcción. Tras un proceso de restauración respetuoso con su arquitectura y su encanto de autentica casa de pueblo antigua.
El espacio se divide en dos plantas: La planta baja, abovedada, conserva su corredor con camino empedrado original que fue diseñado para preservar los baldosines hidráulicos que decoran la mayoría de las estancias de ésta planta y que sufrían con el paso de las caballerías hacia la cuadra, situadas dónde ahora se encuentra la piscina. En esta planta encontramos la cocina-comedor y un acogedor cuarto de estar con chimenea, situado en la antigua cocina, junto al basar-cantarera, la escalera nos conduce a la planta superior.
En ésta, nos encontramos en una espaciosa sala de estar con paredes originales de adobe, artesonado en madera, desde aquí entramos a dos espléndidas suites: Una de ellas con bonitas vistas a los montes y la otra a la calle principal. La conservación de los enrejados originales en balcones y ventanas, así como los demás elementos arquitectónicos nos transportan a otra época.
Dispone de amplias zonas verdes (2.000 m2) con patio, piscina, barbacoa y un huerto de olivos centenarios, lo que se conoce como "la cerquilla", con parque infantil.
La casa está situada en un bonito y tranquilo pueblo en las proximidades del Parque Nacional de Cabañeros, del Río Guadiana y Pantano de Cijara y cerca del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel.